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¡Léeme otro… uno mas!

“Para leer un cuento se necesita casi lo mismo que para bailar la Bamba, una poca de gracia”
Yolanda Reyes

La literatura se ha convertido en ese medio donde creamos un mundo a través de palabras que permite brotar la imaginación y hacer posible todo lo que hemos soñado, haciéndonos protagonista de historias tan irreales cómo La vaca que puso un huevo, o que simplemente evocan en nosotros risas y sonrisas como: El pedo más grande del mundo, o descifrar el enigma de ¿Cómo esconder un león? O ¿Cuál es el animal más feroz?, narraciones que involucran a los niños y niñas a fortalecer su pensamiento crítico, a generarse preguntas, a plantear posibles soluciones a las problemáticas que enfrentan miles de personajes literarios como Max en Donde viven los monstruos, experimentar el goce de una lectura, amar los libros y crear ese hábito de acercar a los padres junto con sus hijos a leer en familia, son estos los principales enfoques que posee el programa: CUENTOS AL PARQUE.

En díass pasados más de 90 niños y niñas de hogares comunitarios y CDI del municipio de Malambo y su corregimiento: Caracolí hicieron parte de un espacio lleno de la magia de cuentos, donde se dejaron llevar por narraciones fantásticas, leer a través de imágenes, codificar significados y sobre todo en el hecho significativo de pensar e imaginar uno a uno los sucesos, anticipar el final y despertar en ellos ese espíritu hambriento de historias, y realmente es satisfactorio el llegar al “colorín colorado, este cuento se ha acabado” y que los pequeños expresaran: “léeme otro… uno más” dió muestra de que solo se necesita “un poco de gracia” para crear un hábito lector.

Además también se trabajaron los juegos tradicionales y la lúdica, un stand pensado en quemar toda esa energía que los pequeños tienen, es así como a través de: rondas infantiles, desafíos y juegos de roles permitieron que estos niños y niñas se cansaran de correr, reír, saltar, cantar, bailar y de vivir un momento único, donde lo principal era ganar cada prueba, divertirse sin temor alguno y gozarse como solo ellos saben hacerlo, y se logró.

Asimismo, se complementó la experiencia literaria no solo con juego sino también con artes plásticas, fue realmente emotivo observar la creatividad que tienen los niños y niñas, los diversos materiales como lana, pintura, plastilina, retazos de telas, colores y entre otros, que seleccionaron para retratarse, ser ese gran pintor que hace un cuadro de su imagen, claro sin olvidar la chispa de imaginación que cada quien le puso.

Malambo y Caracolí se unen ahora a este gran programa que busca sembrar esa semilla de amor por la literatura, la gran apertura que se realizó fue un éxito porque no solo los niños y niñas de 2 a 5 años vivieron estos espacios literarios, artísticos y lúdicos sino también la familia, padres y madres los acompañaron y participaron activamente en las actividades y se comprometieron ayudar a crecer ese hábito, y gracias a la donación de las cartillas de Leer es mi cuento, entregada por la Biblioteca Comunitaria con la que cuenta la Fundación Acesco, cada niño(a) llevo consigo el mejor obsequio que puede nutrir su imaginación, un cuento.

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