El Papa Francisco dio la bienvenida a los participantes del Vaticano en un congreso internacional sobre la protección de los niños en el mundo digital.
El congreso que tuvo lugar del 3 al 6 de octubre fue organizado por el Centro para la Protección del Niño de la Pontificia Universidad Gregoriana, en asociación con la Alianza Global WePROTECT, y fue diseñado para que las comunidades de fe, la policía, el software y las industrias de medios sociales, los medios de comunicación, las organizaciones sin fines de lucro y los gobiernos trabajen juntos para proteger mejor a los menores de edad.
De primero en la audiencia, Muireann O´Carroll, de 16 años, de Irlanda, resumió las conclusiones del congreso como “en nombre de todos los niños”.
No más cyberbullying ni extorsión sexual.
Los participantes hicieron un llamamiento a los gobiernos, líderes de iglesias y compañías de tecnología para que hagan todo lo posible para eliminar las imágenes en línea de niños y jóvenes abusados sexualmente, identificar y ayudar a esos niños y terminar con cyberbullying y la extorsión sexual.
También pidieron a las personas involucradas en el cuidado de la salud que incrementaran la capacitación necesaria para saber cuándo un paciente está siendo abusado y cómo ayudarlos.
El Papa Francisco dijo al grupo lo siguiente:
“Como resultado de las dolorosas experiencias de ver como algunos de sus clérigos abusaban de los niños, y también como resultado de las habilidades adquiridas en el proceso de conversión y purificación, la Iglesia hoy se siente especialmente obligada a trabajar vigorosamente y con previsión para la protección de los menores y su dignidad, no sólo dentro de sus propios campos, sino en la sociedad y en todo el mundo”.
El monstruo de la tecnología digital.
El Papa Francisco, quien ya cuenta con 80 años, dijo que con el explosivo crecimiento de la tecnología digital, estamos viviendo en un mundo nuevo que, cuando éramos jóvenes, difícilmente podíamos haber imaginado.
Si por un lado estamos llenos de asombro y admiración ante los nuevos e impresionantes horizontes que se abren ante nosotros, por otro lado, su rápido y generalizado desarrollo ha creado nuevos problemas.
Nos preguntamos con razón: ¿Somos capaces de guiar los procesos que nosotros mismos hemos puesto en marcha? ¿Podrían estar escapando de nuestro alcance? ¿Estamos haciendo lo suficiente para mantenerlos seguros?
Hay cosas extremadamente preocupantes en la red, incluyendo la difusión extrema de la pornografía, ya que el uso habitual eleva el umbral de la estimulación, el creciente fenómeno del “sexting” entre hombres y mujeres jóvenes que utilizan los medios sociales, la intimidación en línea, una verdadera forma de ataque moral y físico a la dignidad de otros jóvenes.
Además, se encuentran los fenómenos extorsión sexual y la búsqueda en línea de menores con fines sexuales, sin mencionar los graves y espantosos crímenes del tráfico de personas en línea, la prostitución e incluso la comisión y visualización en vivo de actos de violación y la violencia contra menores en otras partes del mundo.
La red tiene su lado oscuro, la “red oscura”, donde el mal encuentra maneras nuevas, efectivas y omnipresentes de actuar y expandirse. La propagación de la pornografía impresa en el pasado fue un fenómeno relativamente pequeño en comparación con la proliferación de la pornografía en la red.
El problema es enorme y global, y nadie debe subestimar el daño que los niños y los jóvenes enfrentan.
Una sociedad descontrolada.
La neurobiología, la psicología y la psiquiatría han puesto de manifiesto el profundo impacto de las imágenes violentas y sexuales en las mentes impresionables de los niños, los problemas psicológicos que emergen a medida que envejecen, los comportamientos y situaciones dependientes y la genuina esclavitud que resulta de una dieta estable de imágenes provocativas o violentas.
La difusión cada vez más extrema de pornografía y otros usos indebidos de la red no sólo causan trastornos, dependencias y graves daños entre los adultos, sino que también tiene un impacto real en la forma en que vemos el amor y las relaciones entre los sexos.
Estaríamos seriamente engañándonos a nosotros mismos si pensáramos que una sociedad en la que un consumo anormal de sexo en Internet es desenfrenado entre los adultos podría ser capaz de proteger eficazmente a los menores.
Crímenes en línea.
Mientras que Internet ha dado a la gente un mayor acceso a la información y un vehículo para la auto-expresión, no es simplemente un reino de libertad ilimitada sin consecuencias.
La libertad de Internet también ofrece nuevos medios para llevar a cabo actividades ilícitas, a menudo con los niños como sus víctimas.
Esto no tiene nada que ver con el ejercicio de la libertad. Tiene que ver con crímenes que deben ser combatidos con inteligencia y determinación, a través de una cooperación más amplia entre los gobiernos y las agencias de aplicación de la ley a nivel global, incluso como la propia red es ahora global.