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Beneficios de la lactancia materna

Debido al desarrollo de la leche no materna o artificial, además de los progresos en la medicina y en los alimentos, se ha dejado de apreciar los potenciales beneficios de la lactancia materna para la salud tanto de la madre como del bebé, olvidando que el abandono de esta práctica supone riesgos para el lactante.

Muchas veces incluso llegamos a pensar que ciertas marcas de leche o alimentación para los bebés son mejores para el niño/a que la propia leche natural. Esto es debido a la cantidad de anuncios que existen intentando vender que la leche artificial es más sana y puede producir efectos más óptimos tanto físicos como mentales en él.

No podemos dejarnos engañar por estos alimentos ya que aunque son buenos, todo lo natural siempre es mejor.

Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la lactancia “es una forma inigualable de facilitar el alimento ideal para el crecimiento y desarrollo correcto de los niños”

(OMS y UNICEF, 1989).

Cada día son más las madres que deciden amamantar a su hijo/a desde el inicio del ciclo. Según una encuesta realizada en 2005 en Cataluña (España), un 81,1% de las madres decidieron amamantar a sus hijos/as.

Aunque este dato es muy optimista, al tercer mes sólo siguieron un 61,9% de las madres, al sexto mes de edad del bebé sólo un 31,3% siguió amamantando a sus hijos/as. Por último, un 11,5% decidió alargarlo hasta el año de edad.

Beneficios para el bebé

Existen multitud de beneficios para el bebé que es amamantado por su madre desde el nacimiento. Algunos beneficios pueden ser:

  1. Nutrición óptima: Según Blázquez (2000), la leche materna es ideal para el bebé ya que le aporta nutrientes de excelente calidad, gracias a su concentración en grasas, proteínas y lactosa, además de sus enzimas se absorbe de manera rápida y eficaz. Además es un fluido cambiante, es decir se adapta a las necesidades del bebé conforme va creciendo. Incluso es un elemento de energía y nutrientes durante el segundo año de edad.
  2. Protector de infecciones: La leche materna es un excelente protector de infecciones, gracias a su composición se puede decir que da inmunidad al bebé. Dado que el lactante no tiene su sistema inmunológico formado en un primer momento, la leche materna le ayudará a luchar contra las posibles infecciones que pueda tener como: gastrointestinales, infecciones de vías respiratorias y de orina, otitis y diarrea (Díaz-Gómez y otros, 2000).
  3. Enfermedades crónicas de la infancia: Gracias a la leche materna, los niños/as pueden presentar índices un menor riesgo de presentar enfermedades como: cáncer, esclerosis múltiple, asmas, dermatitis atópica, etc.
  4. Previene la diabetes: Dado que se retrasa con la lactancia la introducción de otros alimentos como la leche de vaca, protege contra la diabetes de tipo I y diabetes de tipo II. Si existe alguien en la familia que padezca diabetes, con más razón hay que retrasar alimentos que contengan proteína de vaca hasta el primer año del bebé (Ageitos y May, 2005).
  5. Ayuda al desarrollo de los dientes: Dado que los niños/as tienen que agarrarse al pecho para mamar, su desarrollo de las estructuras de la boca será más adecuado que si por el contrario, utiliza el biberón para alimentarse.
  6. Reduce el riesgo de obesidad: La leche materna incorpora la leptina, hormona que controla la obesidad en adultos. Reduce esta enfermedad entre un 7 y un 24% entre los bebés que son amamantados y los que no (Ageitos y May, 2005).
  7. Menor morbilidad y mortalidad: Al poseer la leche materna una composición anti-infecciosa contribuye a una alimentación completa y equilibrada del bebé. La leche no artificial puede evitar al año en el mundo 1,3 millones de muertes de menores de 1 año (Ageitos y May, 2005).
  8. Mayor cociente del niño: Los niños/as que son amamantados con leche materna son más activos. Esto facilitará que tenga una mejor capacidad de aprendizaje y un excelente desarrollo psicomotor.
  9. Beneficios para el desarrollo del bebé a largo plazo: La lactancia puede ser muy positiva para el desarrollo del niño a largo plazo. Da protección al bebé frente a enfermedades que pueden aparecer una vez se es adulto como: diabetes, enfermedades cardiovasculares, colitis ulcerosa, enfermedad celiaca… (Díaz-Gómez y otros, 2000).

Beneficios para la madre

Según Castelló (2011) el dar el pecho al bebé también es beneficioso para las madres ya que:

  1. Libera oxitocina: Gracias a que el bebé está succionando el pezón, la madre liberará la hormona oxitocina, la cual favorece que el útero vuelva a su tamaño natural y que después del parto haya menos pérdida de sangre.
  2. Ausencia temporal de menstruación: La lactancia provoca que la madre no tenga menstruación durante varios meses, esto hace que haya menos probabilidades de sufrir anemia, una afección con importantes consecuencias.
  3. Previene el cáncer de mama y ovarios: Algunos estudios afirman que el dar de mamar al bebé previene el cáncer de mama y ovario.
  4. Pérdida de peso: El cuerpo de la madre está trabajando mientras se le da de mamar al lactante, por ello supone un gasto de energía que ayuda a reducir el peso que ha ganado durante el embarazo.
  5. Ayuda a mantener la elasticidad y firmeza del pecho: Aunque existe la creencia de que si se amamanta se caen los pechos, esto en realidad no sucede. Dado que el pecho durante la lactancia se encuentra en continua estimulación, se reducen todas aquellas grasas que se puedan acumular en este período, evitando así la congestión de éstas (Díaz-Gómez y otros, 2000).
  6. Osteoporosis: Las mujeres que dan de mamar tienen menos riesgos de sufrir fracturas de cadera y columna en la menopausia ya que durante la lactancia se produce un aumento de absorción de calcio (Ageitos y May, 2005).

Beneficios psicológicos y psicosociales para el bebé y para la madre

  1. Vinculo afectivo: Dado que desde los primeros momentos se da de amamantar al bebé, esto permite crear un vínculo afectivo madre-hijo/a. De ello nace en ella un sentimiento de valoración de sí misma positivo y equilibrará sus emociones (Blázquez 2000).
  2. Sensación de bienestar: La lactancia materna puede llegar a producir en la madre emociones y sentimientos muy positivos, como por ejemplo la sensación de bienestar y mejora su autoestima, por ello previene la depresión (Bonilla 2009).
  3. Seguridad en el bebé: El que un bebé reciba alimento directamente de la madre, también afectará positivamente a su personalidad, la cual será menos dependiente e insegura (Bonilla 2009).
  4. Buen relajante: Cuando el bebé esté enfermo o alterado, el amamantarlo supone su relajación y descanso óptimo. Cuando se recibe la leche materna, el bebé siente el contacto y el calor de su madre, esto lo reconforta haciéndole sentir calmado y protegido.

Beneficios generales

Según Bonilla (2009) existen una serie de beneficios generales de la lactancia tanto para la madre como para el bebé:

  1. Leche materna segura: La leche de la madre siempre está preparada para el consumo del bebé, cumpliendo así todas las condiciones necesarias y adaptándose a sus necesidades de desarrollo.
  2. Ventajas económicas: El dar leche materna a tu bebé lo previene de caer enfermo, por lo que supone ahorro importante en la factura de medicamentos, visitas al médico… Además dado que no hay que comprar leche el gasto será menor en la alimentación del bebé.
  3. Medio ambiente: También amamantando ayudamos al medio ambiente ya que al ser la leche totalmente natural, no necesita ser tratada. Si decidimos amamantar a nuestro bebé, no se tendrán que producir leches artificiales. Esto facilitará que no se genere tantos residuos ni desechos para el medio ambiente.
  4. Fortalecimiento familiar: Al amamantar al bebé se fortalecen los lazos familiares, previniendo así el maltrato infantil. El maltrato infantil, no solo se considera cuando es físico o psicológico sino además, cuando no se cubren sus necesidades básicas como: afecto, calor y nutrientes; necesarios para su desarrollo integral óptimo. Cuando una madre da el pecho se produce entre el menor y ésta una relación muy sana, previniendo así este tipo de delitos (Díaz-Gómez y otros, 2000).

Riesgos de alimentación con leche artificial

Al contrario que la leche materna, la leche artificial o la de vaca no está adaptada naturalmente para el consumo del bebé y sus propiedades no facilitan la absorción por parte del lactante.

Además produce estreñimiento y sobrecarga renal. Algunas veces, incluso puede resultar difícil de preparar dado la escasa claridad de las instrucciones que vienen en los envases.

El padre o la madre puede no utilizar la fórmula de preparación de forma adecuada, es decir si se agrega poco polvo o menos polvo de lo normal el niño puede no tener suficiente alimentación causándole desnutrición (ESchellhorn & Valdés).

Con este tipo de leche artificial existe un mayor riesgo de contaminación de los alimentos. Hay que tomar las precauciones pertinentes, las cuales muchas veces no se tienen en cuenta como: lavar adecuadamente los utensilios que vamos a utilizar, lavarnos las manos…

Si no prestamos la suficiente atención, es posible que nuestro bebé tenga más riesgo de contraer enfermedades por contaminación de alimentos.

Los niños/as que han sido alimentados usando mamadera, pueden enfermar más frecuentemente que los niños que han sido amamantados de manera natural. Las enfermedades a las que se exponen son: diarreas, enfermedades respiratorias, otitis y alergias.

Además de lo anterior, el uso de leche artificial con el biberón puede interferir en la maduración de los músculos de la boca, pues el niño no ejercitará adecuadamente estos músculos.

También producen riesgos de otitis y enfermedades respiratorias debido a la diferencia que puede existir de temperatura entre la leche materna, y el azúcar agregado a la mamadera (Díaz-Gómez y otros, 2000).

Los alimentos con azúcar o azucarados que se encuentran en la leche artificial pueden causar al bebé caries. La leche natural de la madre sin embargo, está adaptada a las necesidades del bebé utilizando sólo los nutrientes que le son necesarios.

Para finalizar, si se prolonga mucho en el tiempo la succión de chupete puede crear al niño dependencia produciéndole alteraciones en la boca.

FUENTE: https://www.lifeder.com/beneficios-lactancia-materna/

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